no creas que el ayer me lanzó un pial de finos hilos de cristal. algunos pocos días encuentro la velocidad de traslación del pasado mayor que mi velocidad de observación. es todo.
cuando era chico venía a casa una amiga de mi prima. ellas jugaban y a mi me gustaba levemente enamorarla a la vez que le traccionaba un mordisco de sandía dulce y roja.